Para muchos, aprender nuevos conocimientos o habilidades «por las malas» es sinónimo de pérdida de tiempo y esfuerzo. La gente cree que una buena enseñanza debe adaptarse inicialmente a los distintos estilos de aprendizaje de los alumnos y utilizar estrategias que faciliten el aprendizaje. Make It Stick, compilado por Peter Brown y publicado el 14 de abril de 2014. Arroja luz sobre las formas de hacer que su aprendizaje sea mejor y más eficaz -reflejando la investigación moderna en psicología cognitiva y otras especialidades.
¿CÓMO NOS HA AYUDADO ESTE LIBRO?
Make It Stick nos ayudó a darnos cuenta de que podemos adquirir el dominio de una habilidad concreta mediante la práctica iterativa. Cuando practique, espacie las sesiones de práctica. El libro también nos ayudó a comprender que el auténtico aprendizaje requiere esfuerzo. Cuando es fácil, suele ser superficial y se olvida pronto.
EL LIBRO EXPLICADO EN MENOS DE 60 SEGUNDOS
- Make It Stick describe el aprendizaje auténtico como esforzado y lo malos que somos para juzgar si el aprendizaje va bien y es productivo y cuándo no lo es.
- Se presta atención a la práctica de la recuperación como mejor estrategia de aprendizaje que la relectura. Recordar acontecimientos y hechos de la memoria tiene como resultado la retención de la información y el fortalecimiento de la memoria.
- El escritor hace hincapié en la práctica intercalada a la hora de aprender. La práctica intercalada es difícil y lenta, algo que hace que el aprendizaje sea productivo. Alternar entre distintos problemas ayuda a los alumnos a seleccionar el tipo de solución correcta.
LAS TRES MEJORES CITAS
- «Cuanto más pueda explicar la forma en que su nuevo aprendizaje se relaciona con sus conocimientos previos, más fuerte será su asimilación del nuevo aprendizaje y más conexiones creará que le ayudarán a recordarlo más adelante».
- «Lo deseable no es el fracaso. Es el esfuerzo denodado a pesar de los riesgos, el descubrimiento de lo que funciona y lo que no, que a veces sólo el fracaso puede revelar.»
- «El aprendizaje es más profundo y duradero cuando es esforzado. El aprendizaje que es fácil es como escribir en la arena, hoy aquí y mañana ya no.
RESUMEN Y NOTAS DEL LIBRO
Capítulo uno: El aprendizaje se entiende mal
El aprendizaje auténtico requiere esfuerzo, lo que lo hace más duradero. Cuando aprender algo parece fácil, parece preciso y auténtico hasta que se examina más de cerca: es como escribir en la arena; hoy está y mañana no. Cuando está escrita, la información parece obvia, pero el valor del esfuerzo realizado al anotarla no siempre es evidente. Aun así, es una de las formas más fáciles de meterse el conocimiento en la cabeza.
Somos malos para juzgar cuándo nuestro aprendizaje está bien y es productivo y cuándo no lo es. Cuando el aprendizaje es difícil y lento, no se siente productivo. Por lo tanto, recurrimos a estrategias que se sienten más generativas y fructíferas, inconscientes de que los logros de estas estrategias son provisionales. La relectura y la práctica masiva de la información son las estrategias de aprendizaje preferidas de los estudiosos. Pero también son las menos productivas. La práctica masiva es la repetición rápida y monótona de algo que se intenta memorizar. Empollar es un buen ejemplo. Puede que le ayude a recordar la información durante los próximos días, pero no fomentará eficazmente la retención a largo plazo.
La relectura y la práctica masiva generan sentimientos de fluidez, considerados signos de dominio. Pero estas estrategias podrían suponer un mejor uso del tiempo para el conocimiento real y la durabilidad.
La práctica de la recuperación -recordar acontecimientos del cerebro- es una estrategia de aprendizaje mejor y más eficaz que repasar releyendo. La recuperación refuerza la memoria e interrumpe el olvido.
Cita favorita del capítulo: «Intentar resolver un problema antes de que nos enseñen la solución conduce a un mejor aprendizaje, incluso cuando se cometen errores en el intento».
Capítulo dos: Aprender, recuperar
La práctica de la recuperación -recordar hechos o acontecimientos de memoria- es una estrategia de aprendizaje más eficaz que la relectura. Un tipo esencial de aprendizaje procede de la reflexión sobre la experiencia personal. El esfuerzo necesario para recordar hechos o conceptos estudiados con anterioridad tiene como resultado la retención de la información y refuerza la memoria. La reflexión implica varias actividades cognitivas que dan lugar a un aprendizaje más sólido: recuperar conocimientos, conectar estos conocimientos con nuevas experiencias, visualizar y ensayar mentalmente lo aprendido.
Para asegurarse de que puede obtener el nuevo aprendizaje cuando lo necesite, memorice una lista de las cosas de las que debe preocuparse en una situación concreta y practique con ellas. Con la práctica adecuada, no tendrá que repasar la lista una y otra vez, sino que será cuestión de reflejos tomar la acción correcta.
El efecto de las pruebas
El poder de la recuperación como herramienta de aprendizaje es el efecto examen. En su forma habitual, los exámenes se utilizan para ponderar el aprendizaje y asignar notas en la escuela. El acto de recuperar acontecimientos del cerebro hace que sea mucho más fácil volver a acceder al conocimiento en el futuro. A partir de la investigación empírica, ejercitar la recuperación hace que el aprendizaje sea más eficaz y se fije mucho mejor que releer el contenido original.
Para optimizar el acto de recuperación, hay que repetirlo repetidamente pero espaciarlo lo suficiente para que el recuerdo, en lugar de convertirse en una recitación sin sentido, requiera cierto esfuerzo cognitivo.
Cita favorita del capítulo: «El ejercicio de recordar repetidamente una cosa fortalece la memoria».
Capítulo tres: Mezcle su práctica
Puede que no sea instintivo que la práctica de recuperación es una estrategia de aprendizaje mucho más sólida que el repaso y la relectura repetidos. Sin embargo, la mayoría de nosotros damos por sentada la importancia de los ensayos.
El mito de la práctica masiva
La mayoría de nosotros creemos que el aprendizaje es más significativo cuando abordamos una tarea con un único propósito: la práctica que se supone que graba a fuego una habilidad en la memoria. La fe en el procedimiento centrado e iterativo de una habilidad concreta hasta dominarla por completo es común entre profesores, atletas y formadores corporativos. Aprender es obtener nuevos conocimientos o habilidades y aplicarlos posteriormente. Mediante la práctica, los alumnos pueden utilizar los conocimientos en el mundo cotidiano. Practicar es crucial para aprender, y es mucho más eficaz cuando se divide en intervalos separados de entrenamiento espaciado. Una práctica variada, intercalada o espaciada genera un mejor dominio, una retención más prolongada y una mayor versatilidad. La práctica masiva incluye el empollamiento, los campamentos lingüísticos de verano o los seminarios de formación continua en los que la formación se condensa en un solo fin de semana.
Práctica intercalada
La práctica intercalada implica un aprendizaje espaciado y mezclado con otros tipos de aprendizaje. Intercalar la práctica de dos o más temas o destrezas es una opción más formidable que la práctica masiva. La práctica intercalada es más compleja y lenta en comparación con la práctica masiva. Los profesores y los alumnos notan la diferencia. Sienten que su comprensión de cada elemento se procesa más lentamente. Y hay que hacerles ver la ventaja compensatoria a largo plazo. Alternar entre varios tipos de problemas en lugar de centrarse en uno solo ayuda a los alumnos a distinguirlos. Y a aprender a seleccionar el tipo de solución correcta y a comprender el problema dentro de un contexto más amplio.
Cita favorita del capítulo: «No es sólo lo que sabes, sino cómo practicas lo que sabes lo que determina lo bien que te servirá lo aprendido más adelante».
Capítulo 4: Aceptar las dificultades
Las dificultades que provocan más esfuerzo y ralentizan el aprendizaje, como la repetición espaciada, la recuperación, la práctica variada o combinada, compensan sus perturbaciones haciendo que el aprendizaje sea más preciso, duradero y vital. Los obstáculos a corto plazo que refuerzan el aprendizaje se conocen como «dificultades deseables». Las dificultades deseables limitan el aprendizaje y no parecen tan productivas como otras estrategias, aunque generan mejores resultados. Por ejemplo, pedir a los alumnos que den las respuestas en un cuestionario de rellenar los espacios en blanco en lugar de elegir entre varias opciones requiere que utilicen el recuerdo de forma más eficaz, lo que supone un esfuerzo.
Las dificultades deseables son complejas de una manera muy particular. Exigen que se gaste energía cognitiva en el tema o la habilidad que hay que aprender. Muchas estrategias dificultan el aprendizaje, pero no generan el mismo efecto positivo. Por ejemplo, gritar a alguien o ponerle en un aprieto, el clásico «chuleo» en medicina, hace incuestionablemente más exigente el recuerdo. Dado que la dificultad es irrelevante para la habilidad que se está aprendiendo, no ayuda al aprendizaje.
Cita favorita del capítulo: «Cuanto más fácil le resulte recuperar un conocimiento o una habilidad, menos beneficiará su práctica de recuperación a su retención de los mismos».
Capítulo 5: Evitar las ilusiones de saber
En la raíz de nuestra eficacia se encuentra el potencial para sostener el mundo que nos rodea y estimar nuestro rendimiento. Constantemente, juzgamos lo que sabemos y lo que no sabemos y si somos lo suficientemente eficaces para manejar una tarea o resolver un problema. Al ejecutar un trabajo, nos supervisamos a nosotros mismos, ajustando nuestro pensamiento a medida que progresamos -mantenernos vigilados mientras pensamos se conoce como Metacognición. Esta habilidad nos ayuda a evitar los callejones sin salida, a tomar mejores decisiones y a reflexionar para actuar mejor la próxima vez.
Un juicio deficiente significa que no sabemos que lo tenemos, lo que nos lleva a tomar decisiones incorrectas. Todo el mundo comete errores de juicio; por lo tanto, debemos convertirnos en buenos observadores de nuestro pensamiento y nuestra actuación. Esta habilidad se conoce como buen juicio. Los seres humanos solemos sobrestimar nuestras capacidades incompetentes y no vemos ninguna razón para cambiar. Nos engañan los sesgos cognitivos, las ilusiones y las historias que creamos para describir el mundo que nos rodea y nuestro lugar.
Cita favorita del capítulo: «Para tener éxito, todo debe salir bien, pero por el contrario, el fracaso puede atribuirse a cualquier número de causas externas».
Capítulo seis: Ir más allá de los estilos de aprendizaje
El concepto de que los individuos tienen estilos de aprendizaje definidos ha existido lo suficiente como para formar parte de la práctica educativa y ser una parte esencial de la forma en que las personas se juzgan a sí mismas. La premisa fundamental afirma que las personas adquieren y procesan la nueva información de forma diferente. Por ejemplo, algunos aprenden mejor cuando utilizan material visual. Otras prefieren aprender a partir de textos o documentos escritos, y otras a partir de material auditivo.
Los alumnos son diferentes y cada uno tiene sus preferencias de aprendizaje. Sin embargo, no estamos convencidos de que se destaque en el aprendizaje cuando la instrucción se adapta a esas preferencias. La principal diferencia en la forma de aprender de las personas que parece importar es cómo se ve cada uno a sí mismo y sus capacidades. «Tanto si cree que puede hacerlo como si no, tiene razón».
Las personas que extraen principios fundamentales de nuevas experiencias suelen aprender mejor que las que toman sus experiencias al pie de la letra. Recuerde razonar las lecciones que pueden aplicarse en situaciones similares. Del mismo modo, las personas que distinguen los conceptos esenciales de la información no esencial aprenden con más éxito.
Haga hincapié en los métodos de aprendizaje que van más allá de sus estilos de aprendizaje, como estar al mando y abrazar la idea de la inteligencia exitosa o la práctica de la recuperación. Utilizar estrategias de aprendizaje activo le ayuda a adquirir nuevos conocimientos y a saber cómo acceder a ellos.
Cita favorita del capítulo: «Todo el mundo tiene preferencias de aprendizaje, pero no estamos convencidos de que se aprenda mejor cuando la forma de instrucción se ajusta a esas preferencias».
Capítulo siete: Aumente sus habilidades
Nos han educado pensando que nuestro cerebro está conceptualizado y que nuestra capacidad intelectual está fijada desde el nacimiento. Lo cierto es que nuestras capacidades mentales no están predeterminadas desde el nacimiento, sino que podemos moldearlas en mayor medida. El cerebro no es un músculo; ser bueno en una habilidad concreta no le hará automáticamente bueno en otras. Las estrategias de aprendizaje como la práctica de la recuperación mejoran las capacidades intelectuales en las destrezas practicadas. Aun así, los beneficios no se extienden al dominio de otras habilidades. Cuanto más practique, mejor será su rendimiento. Lo que hace da forma a la persona en la que se convierte y a lo que puede hacer. Cuanto más haga, más podrá hacer.
Mentalidad de crecimiento
Si cree que puede hacerlo o cree que no puede hacerlo, está en lo cierto. El nivel de sus capacidades mentales no es fijo, sino que está en sus propias manos. El cerebro tiende a cambiar debido al aprendizaje por esfuerzo. Siempre que aprende algo nuevo con esfuerzo, el cerebro crea nuevas conexiones; con el tiempo, estas nuevas conexiones le hacen más inteligente.
Práctica deliberada
Cuando observa una actuación sobresaliente de un profesional en cualquier habilidad, quizá se pregunte qué talento innato debe haber en sus capacidades. Pero las actuaciones profesionales no suelen provenir de una preferencia genética o de una ventaja en el coeficiente intelectual, sino de cientos de horas de práctica deliberada.
Si realizar una tarea repetidamente se considera práctica, la práctica deliberada es un concepto diferente. La práctica deliberada está orientada a un objetivo, es solitaria e implica un esfuerzo repetido para llegar mucho más allá de su nivel actual de rendimiento.
Cita favorita del capítulo: «Si la gente supiera lo duro que he trabajado para conseguir mi maestría, no parecería tan maravilloso después de todo».
CÓMO PUEDE AYUDAR ESTE LIBRO A LOS DESARROLLADORES DE SOFTWARE
«Make It Stick» de Peter Brown es un libro sobre estrategias de aprendizaje eficaces que pueden ayudar a cualquier persona, incluidos los desarrolladores de software, a mejorar su capacidad para retener y aplicar nueva información. El libro hace hincapié en la importancia del aprendizaje activo, como la práctica frecuente y la autoevaluación, y en los beneficios de utilizar ejemplos variados y desafiantes para profundizar en la comprensión. Al comprender cómo funciona el cerebro, los desarrolladores pueden crear experiencias de aprendizaje que fomenten el aprendizaje activo, la repetición y la práctica de recuperación, lo que conduce a un conocimiento más duradero y perdurable. Aplicando los principios descritos en el libro, los desarrolladores de software pueden mejorar su capacidad para aprender y retener nuevos lenguajes, herramientas y técnicas de programación, lo que en última instancia conduce a un mejor rendimiento y a proyectos más exitosos.