Este importante libro trata sobre el viaje de toda una vida desde «¿Qué pensará la gente?» hasta «Soy suficiente». Los dones de la imperfección es un libro escrito por Brené Brown. Es un libro sobre la autoestima y la compasión. La autora explica que para sentirse suficiente hay que ser compasivo con uno mismo y con los demás y establecer una conexión genuina con la gente. La vulnerabilidad consiste en aceptar plenamente quiénes somos y no ocultarlo a los demás.
¿CÓMO NOS HA AYUDADO ESTE LIBRO?
Este libro también nos ayudó a comprender la importancia de repetir regularmente afirmaciones para amarnos a nosotros mismos. Reconociendo que somos seres imperfectos y aceptando lo que queremos decir, debemos contarnos a nosotros mismos una historia diferente. Tenemos que reescribir nuestra autoconversación negativa y empezar a escuchar la voz de la autocompasión.
EL LIBRO EXPLICADO EN MENOS DE 60 SEGUNDOS
Los dones de la imperfección le muestra cómo abrazar sus defectos internos para aceptar quién es en lugar de perseguir constantemente la imagen de quién intenta ser porque otras personas esperan que actúe de determinadas maneras.
LAS TRES MEJORES CITAS
«Encajar consiste en evaluar una situación y convertirse en quien hay que ser para ser aceptado. Pertenecer, en cambio, no requiere que cambiemos lo que somos; requiere que seamos lo que somos».
«La vergüenza odia que nos acerquemos y contemos nuestra historia. Odia que las palabras la envuelvan: no puede sobrevivir a ser compartida. A la vergüenza le encanta el secreto. Cuando enterramos nuestra historia, la vergüenza hace metástasis».
«El perfeccionismo es autodestructivo simplemente porque lo perfecto no existe. La perfección es un objetivo inalcanzable».
RESÚMENES Y NOTAS DE LIBROS
Valentía, compasión y conexión: Los dones de la imperfección
Coraje
El valor es una de las cualidades esenciales que tienen en común las personas íntegras. Y no cualquier tipo de valentía; he descubierto que la Integralidad requiere valentía ordinaria. Coraje significaba originalmente «Decir lo que uno piensa de todo corazón». El coraje heroico consiste a menudo en poner nuestra vida en juego. El coraje ordinario consiste en poner en juego nuestra vulnerabilidad. La valentía tiene un efecto dominó. Siempre que elegimos la valentía, hacemos a todos los que nos rodean un poco mejores y al mundo más valiente. Y nuestro mundo podría ser un poco más amable y valiente.
Compasión
Cuanto más practique generar compasión, más espera experimentar el miedo a su dolor. Practicar la compasión implica aprender a relajarse y permitirse avanzar suavemente hacia lo que le asusta. Una de las mayores barreras (y de las que menos se habla) para la práctica de la compasión es el miedo a poner límites y a responsabilizar a las personas. Cuanto mejor nos aceptemos a nosotros mismos y a los demás, más compasivos nos volveremos. Si va a practicar la aceptación y la compasión, necesita límites y responsabilidad.
Conexión
La conexión es la energía entre las personas cuando se sienten vistas, escuchadas y valoradas; cuando pueden dar y recibir sin ser juzgadas; y cuando obtienen sustento y fuerza de la relación. La conexión es fundamental para el florecimiento físico, emocional, espiritual e intelectual. Cuanto más fuerte sea su conexión emocional con alguien, mayor será la fuerza mutua. La conexión que solemos experimentar repercute en la forma en que crece y funciona nuestro cerebro. La necesidad congénita de conexión hace que el resultado de la desconexión sea más real y peligroso.
Cita favorita del capítulo: «Hasta que no podamos recibir con el corazón abierto, nunca estaremos dando realmente con el corazón abierto. Cuando adjuntamos juicios a recibir ayuda, adjuntamos, consciente o inconscientemente, juicios a dar ayuda».
Cultivar la autenticidad: Dejar ir lo que la gente piensa
La autenticidad es la práctica diaria de dejar ir lo que creemos que se supone que debemos ser y abrazar lo que somos. La autenticidad es una elección consciente de cómo quiere vivir. Implica un conjunto de opciones que tiene que tomar cada día. La elección de ser honesto, la selección de ser natural o la elección de dejar ver su verdadero yo. Cuando elige la autenticidad, alimenta la conexión y el sentido de pertenencia que sólo puede darse cuando cree que es suficiente. Elegir ser auténtico puede ser todo un reto. La clave de la autenticidad es hacer malabarismos con la necesidad de ser honesto sin incomodar a los demás. Cuando elige la autenticidad, las personas que le rodean se esfuerzan por entender por qué y cómo está cambiando. A algunos les preocupa, a otros les asusta y a algunos les puede resultar inspirador. La mayoría de las personas sienten vergüenza al ser consideradas autoindulgentes o centradas en sí mismas. No quieren que su autenticidad se perciba como egoísta o narcisista. La cuestión es… que la autenticidad no siempre es la opción segura. A veces, elegir ser auténtico en lugar de caer bien es inseguro. Significa salir de su zona de confort. Facilitarse los golpes al deambular por un territorio nuevo. Sacrificar lo que somos por lo que piensen los demás no merece la pena. Sí, puede haber dolores de crecimiento de autenticidad para la gente que nos rodea, pero al final, ser fieles a nosotros mismos es el mejor regalo que podemos hacer a la gente que queremos.
Cita favorita del capítulo: «Ser nadie-pero-uno-mismo en un mundo que hace todo lo posible, noche y día, para convertirte en todo el mundo menos en ti mismo, significa librar la batalla más dura que cualquier ser humano puede librar, y no dejar nunca de luchar».
Cultivar la autocompasión: Dejar ir el perfeccionismo
El perfeccionismo no es lo mismo que ser el mejor. Donde existe el perfeccionismo, siempre acecha la vergüenza. La vergüenza es la cuna del perfeccionismo. El perfeccionismo es un obstáculo para la autenticidad porque se construye sobre la falsa creencia de que si somos perfectos, no sufriremos la vergüenza ni el dolor del juicio de los demás. El perfeccionismo no es superación personal. En el fondo, el perfeccionismo consiste en intentar ganarse la aprobación y la aceptación. La mayoría de los perfeccionistas se criaron siendo elogiados por sus logros y su rendimiento. Para superar el perfeccionismo, debe reconocer su vulnerabilidad a las experiencias universales de vergüenza, culpa y juicio. Desarrolle la resiliencia a la vergüenza y practique la autocompasión. Volverse más cariñoso y compasivo consigo mismo y practicar la resiliencia a la vergüenza le ayudará a adoptar sus imperfecciones. A través del proceso de adoptar sus imperfecciones, descubrirá sus dones más auténticos: el valor, la compasión y la conexión. La autocompasión tiene tres elementos: autocompasión, humanidad común y atención plena.
Cita favorita del capítulo: «Un momento de autocompasión puede cambiar todo su día. Una cadena de momentos así puede cambiar el curso de su vida».
Cultivar un espíritu resistente: Dejar ir el adormecimiento y la impotencia
La resiliencia es la capacidad de superar la adversidad. Las personas resilientes son ingeniosas y poseen una gran capacidad para resolver problemas. Son más propensas a buscar ayuda. Mantienen la creencia de que pueden hacer algo que les ayude a gestionar sus sentimientos y a sobrellevar la situación. Las personas resilientes tienen algo en la «espiritualidad» cotidiana. No la espiritualidad religiosa, sino más bien la inextricable conexión con los demás por un poder superior a nosotros. Practicar la espiritualidad aporta perspectiva, significado y propósito a sus vidas. Los sentimientos de desesperanza, miedo, culpa, dolor, incomodidad, vulnerabilidad y desconexión sabotean la capacidad de recuperación. La única experiencia que parece lo suficientemente amplia y feroz como para combatir una lista así es la creencia de que todos estamos juntos en esto y de que algo más grande que nosotros puede traer amor y compasión a nuestras vidas. La resiliencia deriva del ejercicio de la esperanza. Aunque la esperanza se ve habitualmente como una emoción relacionada con situaciones que superan nuestras capacidades, la esperanza ha sido en cambio un proceso mental que puede practicarse y aprenderse.
Cita favorita del capítulo: «La espiritualidad es reconocer y celebrar que todos estamos inextricablemente conectados entre sí por un poder superior a todos nosotros y que nuestra conexión con ese poder y entre nosotros se basa en el amor y la compasión. Practicar la espiritualidad aporta un sentido de perspectiva, significado y propósito a nuestras vidas.»
Cultivar la gratitud y la alegría: Dejar ir la escasez y el miedo a la oscuridad
Es razonable que sea más feliz cuando aprecia todo lo que posee en lugar de cuando llora por no tener lo suficiente. Este agradecimiento, al igual que la esperanza, no es una emoción involuntaria; sin embargo, es una mentalidad que puede practicarse conscientemente. La gratitud sin práctica puede ser como la fe sin obras: no está viva. Estar alegre no implica ser feliz todo el tiempo. Sino que está agradecido por los momentos felices que tiene. La alegría viene de la gratitud, no al revés. La alegría parece un paso más allá de la felicidad. La felicidad es una especie de atmósfera en la que puedes vivir a veces cuando tienes suerte. La felicidad está ligada a las circunstancias, y la alegría al espíritu y a la gratitud. Ni la alegría ni la felicidad son constantes. Nadie se siente feliz todo el tiempo ni alegre todo el tiempo. Muchas personas han experimentado estar al borde de la alegría sólo para verse superadas por la vulnerabilidad y sumidas en el miedo. Hasta que pueda tolerar la exposición y transformarla en gratitud, los sentimientos intensos de amor suelen hacer aflorar el miedo a la pérdida. Son tiempos de ansiedad y miedo, y ambos engendran escasez. Tememos perder lo que más amamos y odiamos que no haya garantías. Pensamos que no estar agradecidos y no sentir alegría nos dolerá menos. Creemos que sufriremos menos si podemos adelantarnos a la vulnerabilidad imaginando la pérdida. Nos equivocamos. Entre la abundancia y la escasez, está la suficiencia. No es una medida de apenas suficiente o más que suficiente. La suficiencia no es una cantidad en absoluto. Es una experiencia, un contexto que generamos, una declaración, un saber que hay suficiente y que somos suficientes.
Cita favorita del capítulo: «La oscuridad no destruye la luz; la define. Es nuestro miedo a la oscuridad lo que arroja nuestra alegría a las sombras».
Cultivar la intuición y confiar en la fe: Dejar ir la necesidad de certeza
La intuición no es independiente de ningún proceso de razonamiento, sino más bien un proceso asociativo rápido e inconsciente. El cerebro hace una observación, la escanea y la coteja con los recuerdos y conocimientos existentes. Una vez que reúne las coincidencias, usted comprende lo que ha observado. A veces, su intuición o instinto le dice lo que necesita saber; otras veces, le orienta hacia la búsqueda de hechos y el razonamiento. Lo que suele acallar esa voz intuitiva es su necesidad de certeza. A la gente le gustan ciertas cosas y le garantizan que ignoran los resultados del proceso de concordancia de nuestro cerebro.
Como puede ver, la intuición es algo más que acceder a las respuestas desde el interior. A veces, recurrir a nuestra sabiduría interior nos dice que no sabemos lo suficiente para decidir sin investigar más. La fe y la razón no son enemigos naturales. Nuestra necesidad humana de certeza y de «tener razón» ha enfrentado a la fe y a la razón de forma casi temeraria. Nos obligamos a elegir y defender una forma de conocer el mundo a expensas de la otra. La fe es un lugar de misterio, donde encontramos el valor para creer en lo que no podemos ver y la fuerza para dejar ir nuestro miedo a la incertidumbre.
Cita favorita del capítulo: «La intuición no es una única forma de saber: es nuestra capacidad para dejar espacio a la incertidumbre y nuestra voluntad de confiar en las muchas formas en que hemos desarrollado el conocimiento y la perspicacia, incluidos el instinto, la experiencia, la fe y la razón.»
CÓMO PUEDE AYUDAR ESTE LIBRO A LOS DESARROLLADORES DE SOFTWARE
En «Los dones de la imperfección», Brené Brown explora cómo abrazar la vulnerabilidad y la imperfección puede conducir a una vida más auténtica y plena. Aunque «Los dones de la imperfección» no está dedicado al desarrollo de software, sus principios pueden aplicarse al sector. El desarrollo de software es un campo altamente colaborativo y a menudo de ritmo rápido, lo que puede crear una cultura de perfeccionismo y miedo al fracaso. Los desarrolladores pueden crear un entorno de trabajo más positivo y productivo aceptando la imperfección y la vulnerabilidad. Esto puede conducir a un aumento de la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos, que son esenciales para desarrollar software con éxito. Además, el libro hace hincapié en la importancia del autocuidado y la autocompasión, que pueden ayudar a prevenir el agotamiento y aumentar el bienestar general de los desarrolladores.