Escrito por Carol Dweck y publicado el 28 de febrero de 2006, Mindset-La nueva psicología presenta perspectivas cambiantes sobre la redefinición del éxito, el desarrollo de la resiliencia y la superación personal. La autora destaca cómo nuestras creencias sobre nuestra capacidad influyen en gran medida en nuestra forma de aprender y en nuestros caminos en la vida.
¿CÓMO NOS HA AYUDADO ESTE LIBRO?
Mentalidad: la nueva psicología del éxito nos ayudó a darnos cuenta de que no es el final del camino cuando se fracasa. Por el contrario, hay que utilizar ese fracaso como una lección y aprender algo de él para evitar la misma situación cuando se repita. Además, nos ayudó a ganar confianza en nosotros mismos, ya que explica que no triunfarán los que tengan las mejores notas, sino que es la mentalidad de cada uno la que determinará su futuro.
EL LIBRO EXPLICADO EN MENOS DE 60 SEGUNDOS
El libro analiza las dos categorías de mentalidad: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento. La mentalidad fija considera un fracaso como un error para toda la vida. He suspendido un examen SAT, así que nunca se me dará bien. La mentalidad de crecimiento considera el fracaso como una oportunidad para ampliar su mente y ampliar su pensamiento.
LAS TRES MEJORES CITAS
- «No siempre las personas que empiezan siendo las más inteligentes acaban siéndolo».
- «Muchas personas con mentalidad de crecimiento ni siquiera planearon llegar a la cima. Llegaron allí como resultado de hacer lo que aman. Es irónico: La cima es donde las personas de mentalidad fija ansían estar, pero es donde muchas personas de mentalidad de crecimiento llegan como subproducto de su entusiasmo por lo que hacen.»
- «Nos gusta pensar en nuestros campeones e ídolos como superhéroes que nacieron diferentes a nosotros. No nos gusta pensar en ellos como personas relativamente corrientes que se hicieron a sí mismas extraordinarias».
RESÚMENES Y NOTAS DE LIBROS
Capítulo 1 Las mentalidades
A lo largo de los últimos años, las personas han razonado, reaccionado y triunfado de forma diferente unas de otras. Sin embargo, todos habitan el mismo globo, pero ¿por qué? Algunos argumentan que una base sólida es la responsable de estas distinciones, haciéndolas predestinadas e inmutables. Estas diferencias pueden incluir la frenología, la craneología y los genes. En este capítulo, el autor presenta la idea fundamental del libro, que son las dos mentalidades diferentes (la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento).
La mentalidad fija, ésta genera una urgencia por probarse a sí mismo una y otra vez. Usted posee una cantidad específica de inteligencia, una personalidad definida, un carácter y un talento únicos. Entonces debe demostrar que posee una parte saludable de ellos. Sencillamente, no tiene sentido ser incompetente en estos atributos fundamentales. La mayoría de nosotros hemos sido entrenados en esta mentalidad desde la infancia. Muchos lo demuestran en los estudios, otros en sus carreras y otros en sus relaciones.
La mentalidad de crecimiento, esta mentalidad se basa en la creencia de que sus cualidades fundamentales son acciones adquiridas a través de sus intentos, su plan de juego y la ayuda de los demás. Las personas pueden variar en todos los aspectos, como las aptitudes, los talentos y los intereses; todos pueden cambiar y desarrollarse mediante la aplicación y la experiencia. Las personas con esta mentalidad están convencidas de que la perspectiva propia de una persona es desconocida e inimaginable. Que es imposible más allá de uno predecir lo que se puede alcanzar con años de pasión, aprendizaje y trabajo duro.
Cita favorita del capítulo: «No siempre las personas que empiezan siendo las más inteligentes acaban siéndolo».
Capítulo dos: Dentro de las mentalidades
Ambas mentalidades son elecciones que hace la gente y que afectan a todas las características de su vida. Ahí tiene una elección, ya que las mentalidades no son más que creencias. Puede cambiar su forma de pensar y adoptar una mentalidad que le lleve a donde quiere estar. Cuando las personas tienen una mentalidad fija, temen los retos, como otros temen no ser inteligentes. Estas personas tienden a preocuparse únicamente por aprender. En cambio, aprenden para aprobar un examen en lugar de comprender los conocimientos que podrían ayudarles en su crecimiento personal. Estas personas quieren asegurarse el éxito y, como tienen una mentalidad fija, piensan que las personas inteligentes siempre tienen éxito. Sin embargo, esto es diferente con las personas con una mentalidad de crecimiento. Las personas con una mentalidad de crecimiento creen que pueden ser más competentes, » ¿por qué me pregunta esto? ¿Por qué alguien seguiría jugando al mismo rompecabezas una y otra vez? Por lo general, seleccionan una difícil tras otra, intentando descifrarlas. Para las personas con una mentalidad de crecimiento, el éxito consiste en ampliar sus capacidades para ser más innovadoras. El fracaso para una persona con mentalidad de crecimiento es más una oportunidad de aprendizaje para una tarea concreta y de rediseñar un enfoque de trabajo mejor. Una persona de mentalidad fija define el fracaso como no ser lo suficientemente inteligente en algo.
Cita favorita del capítulo: «Muchas personas con mentalidad de crecimiento ni siquiera planearon llegar a la cima. Llegaron allí como resultado de hacer lo que aman. Es irónico: La cima es donde las personas de mentalidad fija ansían estar, pero es donde muchas personas con mentalidad de crecimiento llegan como subproducto de su entusiasmo por lo que hacen.»
Capítulo tres: La verdad sobre la habilidad y la realización
Los estudiantes con una mentalidad fija temen desenmascarar sus defectos y errores porque piensan que eso les convertirá de ganadores en perdedores para siempre. Estos alumnos suelen desplegar sus recursos no para adquirir conocimientos, sino para proteger su ego. Normalmente, una de las principales formas que tienen de hacerlo es no intentarlo. Los estudiantes con una mentalidad fija dicen que su principal objetivo en la escuela, además de ser ingeniosos, es aplicar el mínimo esfuerzo a una tarea, lo que se conoce como síndrome del bajo esfuerzo. Para los estudiantes con mentalidad de crecimiento, no es razonable dejar de intentarlo. Creen que volver a intentarlo es una nueva oportunidad para aprender nuevas materias, un momento para descubrir lo que les gusta y desean ser en el futuro. Muchos creen que el éxito y los logros llegan rápidamente y sin esfuerzo sólo a las personas con talento, olvidando que una mentalidad fija limita el éxito. Una mentalidad fija abarrota su mente de pensamientos obstruccionistas y convierte a los demás en jueces en lugar de aliados. Con una mentalidad de crecimiento, la gente siempre intenta aplaudir el duro trabajo de alguien para que esa persona se prepare para las provocaciones venideras. Una mentalidad de crecimiento le anima a ampliar su mente para aceptar sus retos a cambio de ser mejor. Las personas con una mentalidad de crecimiento están dispuestas a desafiar la capacidad máxima de sus talentos y habilidades demostrados.
Cita favorita del capítulo: «Para los alumnos con una mentalidad de crecimiento, no tiene sentido dejar de intentarlo. Para ellos, la adolescencia es una época de oportunidades: una época para aprender nuevas materias, una época para descubrir lo que les gusta y lo que quieren llegar a ser en el futuro.»
Capítulo 4: El deporte: La mentalidad de un campeón
En el deporte, todo el mundo cree en el talento. Especialmente los expertos. La idea de que un atleta es natural es cuando lo hace, lo habla y lo hace sin esfuerzo. Una mentalidad fija afirma que el talento natural no requiere esfuerzo y que el esfuerzo es para los demás, los menos capacitados. El talento natural no busca ayuda sino que es una expresión de los débiles. Una dotación física no se parece en nada a una dotación intelectual. Es visible y se construye. Aunque, el entrenamiento y la práctica también son visibles ya que generan resultados visibles. La mayoría de los deportistas de éxito poseen una mentalidad de crecimiento, y es a través de esta mentalidad como pueden nivelar su rendimiento. Sus expectativas de evolución futura ponen más énfasis en la preparación que las personas con una mentalidad fija. Como los deportistas o atletas tienen una mentalidad de crecimiento, pueden convertir sus fracasos, defectos y errores en motivación. Las personas con una mentalidad de crecimiento no suelen ver las situaciones futuras como algo fijo. Cada nuevo cambio a ejecutar se aborda con una actitud más positiva que impulsa el éxito.
Cita favorita del capítulo: «Nos gusta pensar en nuestros campeones e ídolos como superhéroes que nacieron diferentes a nosotros. No nos gusta pensar en ellos como personas relativamente corrientes que se hicieron a sí mismas extraordinarias».
Capítulo 5: Negocios: Mentalidad y liderazgo
Muchos afirman que, al igual que hay talentos natos en el deporte, también los hay en el mundo de los negocios. Al igual que los equipos deportivos firman cheques de grandes cantidades para conseguir un talento excepcional, lo mismo deberían hacer las empresas. Deberían abstenerse de gastar monedas en encontrar y reclutar talentos. Los líderes con mentalidad fija viven en un mundo en el que algunas personas son superiores a otras. Declaran repetidamente su superioridad y utilizan sus empresas como plataforma para ello. Tener una mentalidad fija en los negocios puede traer el éxito, pero para que esos líderes se mantengan en la cima, deben adoptar una mentalidad de crecimiento. Un estilo de liderazgo de mentalidad fija puede provocar grandes éxitos y fracasos debido a la rígida estructura burocrática. Los líderes con una mentalidad fija d no se concentran en desarrollar un equipo fuerte de colaboración porque se creen genios y no necesitan la opinión de nadie. Estos líderes no son adecuados para las empresas porque limitan la creatividad de los empleados. La mayoría de las empresas de éxito cuentan con líderes que poseen una mentalidad de crecimiento. No demuestran que están en un lugar mejor que los demás, sino que sitúan su atención en su crecimiento y en el de la empresa. Se centran en el trabajo y, cuando experimentan fracasos, los asumen y aprenden de ellos para idear soluciones óptimas que impulsen el éxito de sus empresas.
Cita favorita del capítulo: «Los líderes de mentalidad fija, como las personas de mentalidad fija en general, viven en un mundo en el que algunas personas son superiores y otras inferiores. Deben afirmar repetidamente que son superiores, y la empresa es simplemente una plataforma para ello».
Capítulo 6: Las relaciones: La mentalidad en el amor
El curso del amor fiel es más complejo de lo que la mayoría prevé. Este camino suele estar sembrado de decepciones y desengaños. Las personas con una mentalidad fija dejan que estas experiencias les hieran y les impidan crear relaciones mejores y más satisfactorias en el futuro. Las personas con una mentalidad de crecimiento toman estas experiencias como lecciones y se curan para seguir adelante. Cuando las personas con una mentalidad fija son rechazadas en una relación, se sienten juzgadas y categorizadas por el rechazo de forma permanente. Es como si un veredicto les hubiera marcado la frente: ¡INVENCIBLES! Como la mentalidad fija no ofrece una receta para curar sus heridas, lo único que pueden hacer es esperar herir a la persona que se las infligió. Estas personas tienen su objetivo alto y claro: la venganza. Tienen la idea de que con la venganza llega la redención. Cuando las personas con una mentalidad de crecimiento son rechazadas en una relación, comprenden la decisión tomada por sus parejas, las perdonan y siguen adelante. El incidente les duele profundamente, pero quieren aprender de él. Tras un rechazo, un hombre con mentalidad de crecimiento dijo que aprendí quién me conviene. Supongo que cada relación te enseña más sobre quién es ideal para ti.
Cita favorita del capítulo: «Esa relación y cómo terminó me enseñaron la importancia de la comunicación. Solía pensar que el amor lo conquista todo, pero ahora sé que necesita mucha ayuda».
Capítulo siete: Padres, profesores y entrenadores: ¿De dónde vienen las mentalidades?
Padres, profesores y entrenadores suelen enviar mensajes para fomentar una mentalidad fija o de crecimiento en sus hijos o alumnos. La atención se centra principalmente en la forma en que los profesores envían estos mensajes. En mayor medida, el mensaje del profesor puede crear una mentalidad fija, incluso cuando su intención es simplemente elogiar. Escuchar de forma iterativa los elogios de padres y profesores puede producir resultados relacionados con la mentalidad fija. ¿Cuál podría ser el sustituto de elogiar el talento o la inteligencia? En lugar de aclamar la inteligencia de un niño, hágale preguntas que reflexionen sobre sus esfuerzos de estudio y formación y sobre cómo ha mejorado a lo largo de los años. Pero esto no significa que los profesores y los padres no deban elogiar a sus alumnos e hijos cuando consiguen algo grande. No debe refrenar su admiración por sus éxitos como padre o profesor. Pero significa que debe mantener alejados algunos elogios específicos que juzguen su inteligencia. Los mensajes de mentalidad de crecimiento de un profesor pueden ser de gran importancia para el éxito de un niño, ya que le indican que sólo necesita ayuda adicional. Pongamos un ejemplo. El profesor ofrece un mensaje de mentalidad de crecimiento a un alumno. Es estupendo que lo hayas intentado y los resultados son razonables. Puedes seguir intentándolo hasta que alcances tus objetivos. El alumno se esforzará al máximo para alcanzar sus objetivos.
Cita favorita del capítulo: «Los padres creen que pueden dar a sus hijos una confianza permanente -como un regalo- elogiando su cerebro y su talento. No funciona y, de hecho, tiene el efecto contrario».
Capítulo 8: Cambiar de mentalidad
La mentalidad de crecimiento se basa en la creencia en el cambio. No hay nada mejor que ver a las personas descubrir su camino hacia las cosas que valoran. Las mentalidades conforman la cuenta corriente que hay en la cabeza de la gente. Ayudan en el proceso de interpretación. La mentalidad fija genera un monólogo interno centrado en el juicio, lo que significa que soy un perdedor o mejor persona que ellos. La mentalidad de crecimiento se centra en mejorar. Puedo hacer más, mejor que ayer o estar en un lugar mejor. Las personas con una mentalidad fija emiten un juicio sustancial sobre cada dato. Las personas con una mentalidad de crecimiento supervisan sus acciones, pero su monólogo interno no consiste en evaluarse a sí mismas ni a los demás. Son sensibles tanto a la información negativa como a la positiva. El primer paso para cambiar la mentalidad de alguien es educarle sobre la teoría de la mentalidad y cómo ha afectado a su vida. Con el tiempo, el proceso se volverá cognitivo. Las personas tendrán que cambiar sus malos comportamientos tomando conciencia activa de ellos cuando se produzcan. Esta autoconciencia da lugar a que se den cuenta de la magnitud en que su mentalidad fija ha dado lugar a un autojuicio.
Cita favorita del capítulo: «La mentalidad de crecimiento se basa en la creencia en el cambio, y la parte más gratificante de mi trabajo es ver cómo cambia la gente. No hay nada mejor que ver a la gente encontrar su camino hacia las cosas que valora».
CÓMO PUEDE AYUDAR ESTE LIBRO A LOS DESARROLLADORES DE SOFTWARE
En «Mentalidad: La nueva psicología del éxito», Carol Dweck explora el concepto de mentalidad de crecimiento frente a la mentalidad fija y cómo puede influir en el éxito en diversos campos, incluido el desarrollo de software. Al adoptar una mentalidad de crecimiento, los desarrolladores de software pueden aceptar los retos y los errores como oportunidades de crecimiento y aprendizaje, lo que conduce a una mejora del rendimiento y la resiliencia. Las ideas de Dweck también pueden ayudar a los desarrolladores a cultivar una cultura de mejora continua y colaboración dentro de sus equipos. Al adoptar una mentalidad de crecimiento, los desarrolladores de software pueden cultivar el amor por el aprendizaje, aceptar los retos y persistir ante los contratiempos, lo que en última instancia conduce a una mayor creatividad, productividad y éxito en su trabajo.